Domingo

Hoy es tarde de domingo. Sigue sin hacer frío en Madrid y ya estamos a 1 de noviembre. Para que luego digan que no existe en cambio climático...Hacía mucho que no escribía por aquí, no he tenido ganas de hacerlo. Hoy, tarde de domingo y fruto del aburrimiento dedico unas líneas q este rincón abandonado de la red. Sigo igual pero algo ha cambiado en mí: es la resignación que se ha abierto paso en mi cabeza. Ya no lloro como antes, ya casi ni siento ni padezco. Lo único que ha cambiado es que estoy mucho más cansada y además estoy resignada. Cada vez veo más difícil que el mundo cambie. Que mi mundo cambie. tal y como está el panorama actual no debería quejarme, tendría que tirar para adelante, como las valientes y dar gracias a que, de aquí a espero que no mucho, estaré cobrando un sueldo. Pero eso no me consuela, es más, me da igual. Para mí el dinero no es nada si yo no me siento bien conmigo misma, no es un dinero del que disfrute porque no lo voy a ganar haciendo cosas que me gustan, sino por obligación. Es duro estar así en tiempos de crisis, cuando veo que a mi alrededor todo el mundo está laboralmente peor que yo. Pero son felices, tiene una sonrisa en sus caras la amyoría porque están satisfechos con lo que las vida les trae, y porque saben que el dinero llegará y de una manera que a ellos les satisface. Yo sin embargo estoy permanentemente en el Día de la Marmota, y eso creedme que no ayuda. Pero la resignación hace que se pase más rápido, que los días sean semanas (a veces) y que el tiempo se escame de mi vida así como así.

Tampoco ando muy bien de salud y creo que eso me está afectando. El cansancio es lo que tiene, que a nadie ayuda. Lo bueno es que Noviembre se presenta como un buen mes, espero saber disfrutarlo de la manera adecuada aunque ultimamente parece que soy incapaz de disfrutar de nada. El cansancio es lo que tiene, que no ayuda a nadie.

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Sólo tú puedes decidir

Y después de mucho tiempo vuelvo a escribir. Ayer en Buenafuente  vi una entravista  a un escritor del que sólo recuerdo el título de su libro (La Buena Crisis) y la forma de hablar tan perfecta que tenía. Y no sólo hablaba, sino que decía cosas con sentido y que, a la vez, te hacían reflexionar. Con su libro intenta enseñar que no toda crisis es mala...Que de todo tenemos que sacar el lado positivo (ese que tanto me cuesta a mí encontrar) y que gracias a los períodos de vacas flacas nuestra capacidad de superación se ve superada en sí misma. Que son estos peíodos de crisis los que nos abren los ojos y nos impulsan a tomar decisiones valientes, que no tomaríamos en otro momento de nuestras vidas, decisiones drásticas que cambiarán el rumbo de nuestro barco para siempre. Tal vez sean acertadas o tal vez no, pero lo que intenta transmitir este erudito es que hay que arriesgar y ser fiel a tus principios, con conciencia de tus actos y con meditación, pero siempre con valentía. Son tiempos díficiles los que corren, tiempos de cambio pero como un gran filósofo de la edad antigua dijo:

"Sólo tú puedes decirdir lo que hacer con el tiempo que se te ha dado" 

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La Tormenta

Hoy tampoco me encuentro demasiado bien. Creo que al final me quedaré en casa leyendo. No me ha sentado nada bien la comida y tengo frío, y eso que fuera hay caso 30 grados! Que para esta época del año ya son muchos grados.Voy a ver si se me ocurre algo medio interesante que poner.

26/09/09

Y no me queda otra que aguantar

la tormenta que se me viene dentro.

Los siento, miles y miles de veces lo siento.

Se me congelan las manos y la razón.

El eslabón que une mi mundo y el del resto

se pierde.

No es la primera vez que recorro sola

una parte del camino.

Y me animo, porque si no lo hago yo no hace nadie.

Hay partes de mi vida que son

punto y aparte.

Y quisiera contarte que me haces feliz.

Y quisiera decirte que me transmites confianza.

Y quisiera leerte un cuento, al oido, lento lento.

Hasta verte dormir.

Y volverte a decir que me haces feliz.

Pero no me queda otra que aguantar

la tormenta que se me viene dentro.

Sal para mis heridas a ver si sanan ya.

Acero, mi envoltorio es puro acero.

Y ardo en deseos de salir al exterior,

ver la vida de color y no siempre

en negro y negro.

Y volverte a decir que me haces feliz,

aunque me toque aguantar la tormenta

que se me viene dentro.

 

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El pozo

Érase una vez una hermosa osita panda con ojos verdes. Esa osita panda soy yo. Y no soy una osita panda cualquiera, soy una trastornada. Porque hoy día hacer caso a los demás es claro signo de trastorno. Y los peores trastornos son aquellos con los que vas a tener que convivir todo el camino. Como la anorexia; eso nunca se cura y menos si tienes a un duende deslenguado detrás de tu oreja siempre dispuesto a atacar.

 

Yo soy como soy, nunca me he caracterizado por ser una chica débil, ni floja ni pequeña. Soy una chica grande y con una mente igual que grande que yo. Pero a veces se me olvida y la debilidad y la flojera me hacen sentir pequeña. Nunca he sido la chica en la que se fijaban los chicos, yo era la que jugaba al fútbol con ellos. Nunca he sido la chica que se arreglaba para ir a clase, yo tengo la manía de ir cómoda a mis centros de estudio y de trabajo. Pero siempre he sido una chica muy exigente consigo misma. Y ahí está mi debilidad: lo que en los demás me parece de 10 en mí me parece de suspenso. Todas son mejores que yo en uno u otro sentido, y cuando necesitas que te suban la autoestima aparece el duende para acabar de hundirte recalcándote que, efectivamente, las demás son mejores que tú.

El primer amago de zozobra fue a los 12 años. Pero fue sólo un aviso de lo que me iba a venir con 15. Enfermeras, psicólogos, pérdida de 5 kilos en 2 meses, fusilamiento de los sentimientos de los de mi alrededor, encarcelamiento interior...Hasta los 20 que ya me noté totalmente recuperada. Me lo noté yo claro está porque decidí dejar de ir a los médicos sin que me diesen el alta. Siempre dicen que el autodiagnóstico no es lo prudente y ahora empiezo a pensar que es verdad. Que a lo mejor debería haber esperado a que me diesen el alta los que saben...pero para mí son solo estúpidos que me quieren hacer la vida imposible.

 

Pero no es así, la estupidez viene de dentro, no de la gente que quiere ayudarte. Los que que quieren ayudarte pero, debido a la ignorancia, no hacen más que machacarte son el verdadero peligro. Con una simple frase te minan la moral y hacen que seas capaz de hundirte en el pozo más oscuro y profundo. Y eso me ha pasado hace escasos minutos, esa extraña sensación en la garganta, los ojos húmedos por las lágrimas que retengo, el adefesio infame que se refleja en el espejo y que se llama y viste igual que yo...Oficialmente estoy en el pozo: si alguien tiene una cuerda y tiempo que perder salvando a un monstruo que se pase por aquí. Aunque lo mismo lo largo con cajas destempladas; es lo que tiene el pozo, que te acaba volviendo igual de oscuro y de cerrado que él. Lo bueno es que al estar envuelta por la oscuridad puedo llorar a gusto.

 

Nadie es perfecto.

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3

Este poema se ajusta mucho a mis circunstancias actuales, y lo que más me sorprende es que lo escribí en 2005...Si bien es cierto que hay ángeles que han volado hay otros que parecían predestinados a entrar en mi vida (cuando leais el poema lo entendereis). Mi Córdoba de antaño era la Córdoba de mi violinista preferido, mientras que en mi Córdoba de ahora sigue mi paganini particular y además se ha incorporado El Ángel, con mayúsculas, el que vela por mí minuto a minuto y que, como ya he dicho, mi amor por esa tierra parecía predestinar lo que hoy es la mejor maravilla del mundo. Por él y por todos los que me dan fuerzas para salir a flote. Os quiero.

25/10/05

Por más que lo intento...
No puedo. Me rindo. No podré.
Siempre intentando
superarme.
Siempre intentando
agradarme.
Siempre, siempre intentando...
Mas no lo consigo.
Una tras otra caigo,
poco a poco,
a la sombra del perdido.
Sombras en mi cabeza,
pájaros planean firmes,
quieren aterrizar, y yo
me rindo.
Subo. bajo, sigo y...
Frío, siento frío al mirarme.
Miedo, siento miedo al reflejarme.
Pena, siento pena al levantarme.
Siempre igual, aquí sigo,
Negra y turbia siempre he sido.
Sin luz, ni pena ni gloria,
afán mucho, pero de poco me srive.
Por más que lo intento...
Todo es siempre lo mismo,
Sonidos, sonidos y más sonidos.
Sin sentido.
Todo hiere al llegar al tímpano.
Nada bueno. Todo es nada.
Atlas parezco a veces,
llevando el peso de mi mundo
a cuestas, cuestas de nieve...
Voy y vengo ausente 
bajo el manto de la risa inerte.
Tenerte...quién pudiese tenerte.
¿Para qué pensar, soñar?
La oportunidad no existe. Se miente.
Por más que lo intento...
Hoy me lo planteo: el suelo
¿me sirve de algo?
Siempre estoy lejos de él.
Dicen que los pies deben besar su faz,
los míos nadan libres
en mi mar de lágrimas sin
causa aparente.
Me siento desvanecer, no puedo.
Pero no todo es oscuridad.
Hay ángeles propios, míos, que
me hacen fortalecer.
¿De dónde vienen? De muchos sitios:
Usera, Tenerife, Carabanchel,
Moral, Pozuelo, Villanueva, Madrid Capital, Colmenar, Canet, Valencia...
Mi Majadahonda...Mi Córdoba...
España y Toledo (van por partes).
¿A qué más puedo aspirar?
Esos ángeles amados 
me ayudan a respirar.
Por más que lo intento...
Podré. Ellos me apoyarán.


Para mis ángeles en general, y para Mi Ángel en particular, jamás me cansaré de daros las gracias por cruzaros en mi camino.

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2

Este poema pertenece a un tiempo lejano, guardado en una libreta al fondo de un cajón, junto con otros poemas que iré subiendo al blog poco a poco. Este lo he leído y lo que me gusta es que es atemporal y apersonal (a la vez de ser muy mío). 

20/10/05


Me fui. ¿Para qué quedarse?
Todo está cerrado a sal y sangre.
Esperar por Esperar. Me he ido.


Mi cuerpo sueña
en el ambiente enrarecido.
Mi alma yace lejos, muy lejos,
a la sombra del olvido.


"No me gusta verme así", me digo,
mas no hay solución posible.
¿o sí?


Unos ojos comprensivos. Tus ojos.
El silencio del que entiende. Tu silencio.
Las manos del que anhela. Tus manos.
Unos labios sellados. Tus labios.


Mi solución eres tú, mas
no lo sabes. Yo tampoco lo sé.
Me fui. ¿Para qué quedarse?
Todo está cerrado a sal y sangre.
Esperar por Esperar.
Me he ido.

Sueño, Lloro, Muero...y luego olvido.

 

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..A lo lejos..

Prados, picos escarpados, el olor del mar y pinos y hayas y robles...La niebla hace el lugar impenetrable pero atractivo, muy atractivo. A tientas marcho envuelta en finas gotas de agua que me impulsan hacia delante mientras, a la vez, frenan mi ritmo imperturbable. ¿Qué silueta se intuye a lo lejos? Imaginación, tal vez un árbol que la bruma no me deja definir; tal vez...Palpo las húmedas cortezas del bosque que me rodea, oigo lo inaudible, huelo lo que no huele, saboreo lo que aún ni he llegado a probar. Pero sobre todo veo, los he visto y me han mirado: los ojos del miedo escrutan mi figura aproximándose impasible. El miedo ya no es tal, sus ojos ya no me imponen. Él lo sabe. Los miles de años que carga a sus espaldas le han convertido en una emoción prudente; sabe que no me va a vencer, que no va a hacer mella en mi ánimo nunca más. Por eso se transforma en mariposa y echa a volar.

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